lunes, 29 de agosto de 2011

EDUCACIÓN AL TAMAÑO DE SU BOLSILLO


MIGUEL ANGEL RODRIGUEZ

Universidad Nacional, sede Bogota

El sistema de educación superior colombiano se encuentra en conmoción gracias al debate suscitado por la “reforma a la Ley 30”, Nueva Ley de Educación Superior de Santos que modifica todo el articulado de la Ley 30, que después de la gira nacional de la Ministra Campo se presentó con algunas modificaciones inanes que no generaron el acuerdo que, bajo un optimismo mentiroso, presenta el Gobierno; prueba de ello es que hasta el momento ni siquiera la Unidad Nacional se ha podido poner de acuerdo para la presentación del proyecto al Congreso de la República.

EL ESPÍRITU DE LA PROPUESTA SE MANTIENE

Después de revisar la propuesta final de la Nueva Ley de Educación del Ministerio, queda claro que se mantienen los aspectos fundamentales de la tarea que el TLC con USA le impuso al país: la libre entrada del capital financiero en el sector educativo a través de las asociaciones con las instituciones públicas, la institucionalización del crédito como principal mecanismo de acceso a la educación superior, la educación como activo financiero en los mercados de valores y bajo la figura de universidades con ánimo de lucro, en donde se destacan las universidades corporativas y las transnacionales de la educación, confirman esta afirmación.

Cumple su principal objetivo la Nueva Ley, fundar, regular y liberalizar el mercado de educación superior colombiano. Mercado que tendrá tres sistemas educativos donde los colombianos que quieran poseer estudios de educación superior, de acuerdo al tamaño de sus ingresos, deberán insertarse. La experiencia internacional ha mostrado el impacto del modelo educativo caracterizado por la liberalización del mercado de educación en países como Chile, Corea, Estados Unidos, Perú, Brasil, entre otros. Corresponde el interés de este artículo esbozar los principales rasgos del modelo educativo que se quiere crear en el país.
El Sistema Público

El sistema de universidades públicas se mantendrá durante los primeros años de aplicación de la Nueva Ley, vinculará a quienes logren la hazaña, por saber o por azar, de quedar entre los primeros puestos en los exámenes de selección de las instituciones educativas en progresivo deterioro, será relativamente pequeño y vivirá el constante detrimento financiero al que ha estado sujeto desde la entrada en vigencia de la Ley 30 de 1992, así lo demuestra el estudio Educación Superior Pública Y Presupuesto Nacional: Fondos De Un Proyecto De Reforma, del Profesor Jorge Armando Rodríguez, director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID). El porcentaje de la matrícula en el sector público será inferior al actual gracias al desproporcionado incremento en la oferta educativa privada con ánimo de lucro. Las instituciones públicas se concentrarán en obtener buenos rendimientos en los indicadores definidos por el MEN con el fin de apropiar la mayor cantidad posible de los recursos concursables, la constante competencia del sector con el sistema privado obligará a las instituciones públicas a asociarse con el capital financiero, en forma de créditos o a través de instituciones como las trasnacionales de la educación, para sobrevivir en el mercado educativo.

Universidades Sin Ánimo de Lucro

Un sistema de instituciones privadas sin ánimo de lucro encargado de educar a las clases adineradas del país o de determinada tendencia religiosa o filosófica dará cabida a un pequeño grupo de colombianos, profundizando más la desigualdad social que día a día vivimos. El nivel de calidad de éste dependerá básicamente del tamaño de los aportes de sus alumnos, correspondiente al monto de sus matrículas, y de los indicadores fijados por el Gobierno para la distribución de los recursos provenientes del Estado.

Mantener la poca demanda que puedan apropiar será el motor de desarrollo de esta esfera que buscará facilitar el flujo de las élites nacionales hacia el extranjero. Las instituciones de educación superior (IES) sin ánimo de lucro estarán llamadas al desarrollo investigativo de punta de las transnacionales que funcionan en el país, permitiéndoles reducir costos en el área de desarrollo tecnológico gracias a los bajos costos de la mano de obra colombiana, éste será uno de los principales rubros de apropiación de recursos de estas instituciones a través de COLCIENCIAS, herramienta del gobierno nacional que orientará el desarrollo investigativo del país hacia la solución de las necesidades de las transnacionales y del capital financiero amparados por el TLC.

El Ánimo de Lucro en la Educación

El sistema de instituciones con ánimo de lucro se convertirá rápidamente en la primera opción de estudios de educación superior de los colombianos. El ánimo de lucro incentivará el crecimiento desproporcionado de instituciones educativas de alto costo que buscan solucionar los problemas de las clases bajas, el acceso a estas estará comandado por las líneas de crédito de acceso y de sostenimiento del gobierno y de la banca privada, lo que asegurará el pago de las matrículas de estas instituciones, en últimas, el lucro de los dueños de las instituciones. Las IES con ánimo de lucro, donde destacan las universidades corporativas y las transnacionales de la educación, vivirán en constante competencia por apoderar el mayor número posible de alumnos invirtiendo grandes cantidades de dinero en marketing y con políticas de reducción de costos constantes.

Las IES con ánimo de lucro funcionarán con las reglas básicas del mercado, la experiencia internacional muestra que tienen como principal objetivo maximizar la rentabilidad de sus inversiones y asegurar altos dividendos para sus accionistas; abren y cierran sus programas de acuerdo a los niveles de demanda y la relación costo-beneficio; suben y bajan las matrículas de acuerdo al nivel de competencia dentro del mercado en el cual se desenvuelven; están en la búsqueda constante de nuevos mecanismos que les permitan apropiar cada vez más demandantes; incurren en estrategias de mercado (generalmente ilegales) que les aseguren apropiar la mayor parte de los recursos de los demandantes; y se asocian a fin de establecer mercados oligopólicos bajo políticas de competencia desleales; por último, han demostrado tener un fuerte impacto negativo en las políticas gubernamentales para controlar sobrecostos, para el aseguramiento de la calidad, para proteger a los “usuarios”, entre otros. Estas instituciones son dirigidas por una junta administrativa elegida por la junta de accionistas, compuesta básicamente por hombres de negocios capaces de asegurar un rendimiento positivo de las acciones.

La estrategia general para tener un rendimiento positivo de los ingresos y activos financieros de las universidades con ánimo de lucro consiste en cobrar la máxima matrícula posible y reducir los costos tercerizando el personal docente y administrativo. Según el documental College Inc., producido por Frontline para el Public Broadcasting Service de los Estados Unidos, la Universidad de Phoenix gasta cerca del 20% de sus recursos en personal docente y hasta el 25% en marketing. Otro ejemplo es American Public University System, donde se emplean estudiantes para los servicios administrativos, de mantenimiento y limpieza y donde la planta profesoral está compuesta por docentes ocasionales en su mayoría. Otro mecanismo de reducción de costos importante son las escuelas fantasma, pues la Nueva Ley de Educación no establece mínimos de presencialidad en los programas educativos, lo que llevará a que muchas instituciones existan sólo a nivel virtual. Como lo muestra Donald Hanna en La Enseñanza Universitaria en la Era Digital, en las instituciones con ánimo de lucro ofrecen instalaciones físicas siempre y cuando la demanda sea lo suficientemente grande para solventar el costo.

Otras estrategias importantes para aumentar su capacidad de mercado se centran propiamente en los productos que ofrecen. Fortalecer, ampliar, copiar y comprar programas educativos exitosos constituyen mecanismos de incentivo para la oferta, estos programas no buscarán el desarrollo del país ni la solución de sus principales problemas sino emular el lucro que puedan haber generado en otras latitudes, también se ofrecerán sobre la base de especulación y publicidad engañosa, serán programas creados por moda o por tendencias en cuanto a la demanda de profesionales en el mercado laboral.

También juega un papel importante la especialización en determinadas áreas de acuerdo al contexto en el cual se desarrollan. Su influencia en los mercados es ilimitada, pues la educación, vista desde la perspectiva transable, es una mercancía, hoy más que nunca, con comportamientos inelásticos con respecto al precio, pues a pesar de que sea costosa es una necesidad para el ascenso social. No importa el precio, a veces ni la calidad, importa el título para poder acceder al mercado laboral.

La práctica delictiva de las instituciones con ánimo de lucro en los sistemas educativos radica en dos estrategias: la publicidad engañosa frente a los costos, la acreditación, las oportunidades laborales, entre otros; y la política de apropiar estudiantes de préstamo a fin de asegurar el pago de los estudios independientemente de si el estudiante puede pagar el préstamo. En USA la ayuda federal a los estudiantes en las universidades con fines de lucro pasó de 4.600 millones de dólares, en el año 2000, a 26.500 millones de dólares en 2009, a través de programas de préstamo como: el programa de préstamos directos, el Federal Family Education Loan Program, la beca Pell, el programa de ayuda Federal Suplementaria para Oportunidad Educativa, el programa Perkins, entre otros. Más de tres cuartas partes de los ingresos de las universidades con ánimo de lucro vienen de los fondos federales de auxilio, de los apoyos a estudiantes que brinda el Gobierno y de los estudiantes de más bajos recursos que acceden a becas o prestamos condonables con el Gobierno. Danny Weil afirma que las universidades con ánimo de lucro se han concentrado en inscribir cada vez más estudiantes sin importar si pueden o no pagar los préstamos. Por ejemplo, la Drake College of Business, en 2007, basó sus ingresos en un 87% en los dineros que los contribuyentes aportan para las líneas de fomento, así mismo la Universidad de Phoenix llegó a adquirir el 86% de sus ingresos por la misma vía. Según un informe publicado en agosto de 2009 por el inspector general del Departamento de Educación de EE.UU., se estima que un 40% de los egresados de las universidades con ánimo de lucro no puede pagar sus préstamos, tasa que triplica la de las universidades públicas.

En Colombia es claro que el ánimo de lucro convertirá al ICETEX en el FOSYGA del sistema educativo, las instituciones con ánimo de lucro se concentrarán en apropiar los recursos del Estado a través de los créditos del ICETEX, inscribiendo estudiantes y facilitándoles el acceso a estas líneas crediticias. La mayoría de los estudiantes de las universidades con ánimo de lucro serán de bajos recursos y dependerán de préstamos estudiantiles para poder estudiar. La tasa de deserción será superior a la de las instituciones públicas y sin ánimo de lucro debido a los altos costos de las deudas adquiridas para adelantar estudios en instituciones con ánimo de lucro.

Un Sistema para el Capital Financiero

El negocio más lucrativo en el sistema educativo de la Nueva Ley está en el papel de la educación como commodity en los mercados especulativos, la constitución de instituciones como sociedades por acciones amparadas por los artículos 38, 39, 40 y 41 del Proyecto incentivarán la creación de instituciones que eduquen en función del movimiento de los mercados financieros, será el modelo educativo que salve al capital financiero en estas épocas de crisis. Strayer Education Inc., Education Management Corporation, Laureate International Univesities, ITT Educational Services, Inc., son algunas de las instituciones que lideran el mercado educativo en el ámbito financiero. Éstas poseen características comunes como cotizar en la Bolsa de Valores, tener programas virtuales bastante fuertes, incrementar la matrícula año a año mediante estrategias de mercadeo agresivas, ofrecer productos diversificados, para todas las edades y todos los contextos o necesidades. La matrícula para cada una de estas instituciones supera los 60.000 estudiantes. El Grupo Apollo, dueño de la Universidad de Phoenix, otro de los competidores fuertes del mercado educativo internacional, incrementó sus beneficios durante el segundo trimestre de 1999 en un 28%, con respecto al año anterior, con base, en gran medida, al incremento de la matrícula y del valor de la matrícula (aproximadamente entre 4 y 5%). El mercado educativo internacional es agresivo, con agentes sin frontera geográfica y donde la demanda potencial aumenta día a día gracias a la apertura de nuevos nichos de mercado, Colombia será uno de ellos

Conclusión

Es en este contexto en el que deben situarse los colombianos que deseen acceder a algún título de educación superior después de la aplicación de la Nueva Ley de Educación de Santos. Es claro que en Colombia, sexto país más desigual del mundo y primero en América Latina, la mayoría de la población colombiana vive en la pobreza y por fuera del sistema de educación superior, es por ese mercado por el que viene el capital financiero a través de las instituciones con ánimo de lucro y de las líneas de crédito de acceso y sostenimiento.

La Nueva Ley de Educación Superior de Santos se constituye como la más nefasta política de desmantelamiento del sistema público de educación superior. Condena el sistema educativo a las necesidades del capital trasnacional bajo las regulaciones impuestas por el Tratado de Libre Comercio don los Estados Unidos. Es tan despiadado el modelo de liberalización del mercado educativo que en la justa lucha liderada por los estudiantes chilenos contra el ánimo de lucro, la Confederación de Estudiantes de Chile y el Colegio de Profesores de Chile, solicitaron al Gobierno chileno la creación de la Superintendencia de Educación Superior, muestra de los nefastos resultados del ánimo de lucro en el sistema educativo.

Hoy más que nunca se deben unir los colombianos en contra de la Nueva Ley de Educación Superior de Santos y del Tratado de Libre Comercio para impedir las nefastas consecuencias del ánimo de lucro en la educación superior. Está en la resistencia civil la principal herramienta para hacer frente a estas políticas que van en contravía del interés nacional. A pesar de la abrumadora mayoría de la Unidad Nacional de Santos para aprobar la Nueva Ley, es menester de la sociedad colombiana salir a las calles para derrotar el establecimiento con la fuerza de nuestros argumentos y los argumentos de nuestra fuerza. Debemos emular las victorias de las grandes movilizaciones que derrotaron los decretos que prohibían la comercialización de leche cruda, la venta de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, de la explotación del páramo de Santurbán, etc.

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